Entre las muchas frases, sentencias, máximas latinas que perviven en el acerbo cultural de occidente hay algunas que han tenido especial fortuna. Una de ellas es sin duda “alma mater”.

alma” es la forma femenina del adjetivo “almus,-a,-um”, derivado de la misma raíz que el verbo “alo” que significa alimentar, sostener, cuidar; así que “alma” significa nutricia, que da vida, fértil, y otros matices asociados a la palabra a la que califica, como favorable,  propicia, bienhechora.

De la misma raíz es lógicamente “alimentum”, alimento, y también  “alumnus”, alimentado, criado y por tanto niño que se cría, y si se cría o educa intelectualmente será  alumno, discípulo

En la antigua Roma este adjetivo se adjuntaba en la advocación a algunas diosas como la  Madre Cibeles o Céres o Venus.

Así Virgilio, en el comienzo de su gran poema dedicado a la  vida en el campo, las Geórgicas, apenas comenzado con la referencia a su protector Mecenas, a partir del verso 5 se dirige a los astros y los dioses, entre ellos a la diosa de la agricultura Ceres (piénsese en el nombre cereales para referirse a los granos de trigos y otros similares, garantizados por el favor de la diosa):

O vosotras, brillantísimas luminarias del mundo,
que dirigís el año que se desliza desde el cielo,
Oh Liber   y tú nutricia Ceres, si por vuestro poder divino
la tierra ha cambiado la bellota Caonia por la generosa  espiga


….. Vos , o clarissima mundi
Lumina, labentem caelo quae ducitis annum,
Liber et alma Ceres, vestro si numine tellus
Chaoniam pingui glandem mutavit arista,


Y así  también Ovidio comienza su Libro IV de los Fastos refiriéndose a Venus como nutricia con los versos:

“Madre nutricia de los dos Amores, ayúdame”.
Volvió ella su rostro al Poeta.
“Qué tienes que ver conmigo?”, dijo. “Mayores asuntos, ciertamente cantabas”.
“Acaso  tienes alguna  antigua herida en tu blando pecho?”
“Tú conoces, o Diosa,  mi herida”, respondí. Se rió y al punto
el Ether se  serenó  en  aquella parte
.

'Alma, fave', dixi 'geminorum mater Amorum';
     ad vatem voltus rettulit illa suos;
'quid tibi' ait 'mecum? certe maiora canebas.
     num vetus in molli pectore volnus habes?'
'scis, dea', respondi 'de volnere.' risit, et aether              
     protinus ex illa parte serenus erat.

Y el mismo Ovidio en el libro XV, 843 y ss.  de su Metamorfosis también se refiere a Venus como nutricia en el pasaje en el que la diosa recoge en el Senado el alma del asesinado César y la eleva a los cielos:

Apenas había dicho estas cosas, cuando en mitad de la sede  del senado
se detuvo  la bienhechora Venus para nadie visible ,
y cogió de entre los miembros de César capturó su alma presente
no permitiendo  que se disolviese  en el aire
y la introdujo entre los astros celetes.

Vix ea fatus erat, medi cum sede senatus
constitit alma Venus nulli cernenda suique
Caesaris eripuit membris nec in aera solvi              
passa recentem animam caelestibus intulit astris
.

Y también el mismo Ovidio en el mismo libro IV de los Fastos anteriormente citado, ahora en los versos Fasti IV, 317 ss., al describir la llegada de la diosa Madre Cibeles al puerto de Ostia, junto a Roma, en el año 204 a.C. le llama también “alma”:

E hincada la rodilla, clava su rostro en la imagen
de la diosa y con el cabello desparramado emite estos sonidos:
Protectora y madre fecunda de dioses, recibe
bajo  ciertacondición los ruegos de quien te suplica:
Se niega  que soy casta: si tu me condenas, confesaré que lo he
merecido: lavaré  mi pena con la muerte, vencida por una diosa como juez.

summissoque genu voltus in imagine divae
figit, et hos edit crine iacente sonos:
"supplicis, alma, tuae, genetrix fecunda deorum,
accipe sub certa condicione preces.
casta negor: si tu damnas, meruisse fatebor;
morte luam poenas iudice victa dea;

Horacio se lo aplica a las Musas, a las Camenas: almae Musae (alimentadoras y fomentadoras de las artes y las ciencias) en Libro III,  Oda IV por ejemplo, v. 42 

Vosotras,  bienhechoras,
no sólo dais el dulce consuelo sino que gozáis de haberlo dado.

vos lene consilium et datis et dato
gaudetis, almae. …

Luego los cristianos se lo adjudicaron lógicamente a la Virgen María. Como detalle curioso diré que  en el año 2009 el propio Vaticano ha editado un CD titulado “Alma Mater”, dedicado a la Virgen María con los cantos religiosos del papa Benedicto XVI.

Pero desde la Edad Media la expresión “alma mater ” se aplica de manera especial a la Universidad, a la Universitas Studiorum, verdadera madre nutricia de las mentes y de los espíritus de los estudiantes que se movían por Europa: Bolonia (fundada ya en 1088) , París, Salamanca, Coimbra, Oxford…

Universitas, universidad”,  significa comunidad, corporación, conjunto, colectivo. Universitas Magistrorum et Scholarium es, pues,  la comunidad de maestros y alumnos o como se dice en Las Siete Partidas, o Libro de las Leyes publicado en época de Alfonso X el Sabio (1252-1284):  el “Ayuntamiento de maestros et de escolares que es fecho en algún logar con voluntat et con entendimiento de aprender los saberes” (Partid. II, título XXXI, ley 1)

Es lógico, pues, que aparezca, aunque sea en la última estrofa, del famoso himno universitario, generalizado en todo el mundo, Gaudeamus igitur, cuya letra tal vez sea del siglo XIII:

Alma Mater floreat
quae nos educavit,
caros et conmilitones
dissitas in regiones
sparsos congregavit.

Florezca la Madre Nutricia (Universidad)
que nos ha educado,
y ha reunido a nuestros queridos compañeros
dispersos por las lejanas regiones.

Si la universidad es “alma mater” es lógico llamar alumnos, a los jóvenes o no tan jóvenes que en ella se nutren del saber. Más arriba se ha explicado el significado de “alumno”.

Matricula” significa en latín lista, católogo, registro; es el diminutivo de “matrix” (relacionada con mater) que significa hembra que cría, nodriza, madre, origen.  Así que matricularse  no significará otra cosa que formalizar la relación con la “mater”, con la “madre nutricia” mediante la inscripción burocrática correspondiente en la lista o registro de alumnos.

Nótese también que existe la expresión “alma parens”.  La emplea por ejemplo Virgilio en el libro II, v. 588  de la Eneida, refiriéndose a Venus

Eso decía yo  y me dejaba llevar por  mi mente enloquecida,]
cuando se me presentó visible,  nunca ante mis ojos tan luminosa,
y brillo en la noche con  una luz pura brilló
mi benefactora  madre, confesándose  diosa, tal y con la grandeza que  la ven
los que habitan en el cielo,

Talia iactabam, et furiata mente ferebar:
cum mihi se, non ante oculis tam clara, videndam
obtulit et pura per noctem in luce refulsit
alma parens, confessa deam, qualisque videri
caelicolis et quanta solet,

Y más adelante en el Libro X, v. 215, ahora refiriéndose a Cibeles:

Y ya el día había  caído del cielo y la nutricia  Febe
recorría el centro del Olimpo con su carro nocturno.
Eneas (pues la preocupación no da reposo a sus miembros),
sentado, gobierna el timón y controla  las velas.
Y he aquí que  en  mitad del espacio , le sale al encuentro
el coro de sus compañera:  las Ninfas, a quienes la benefactora Cibeles
les había ordenado tener el poder divino del mar y convertirse 
de  naves en ninfas,   nadaban a la par  y surcaban las olas,
cuantas   proas de bronce antes  se erguían en la playa.

Iamque dies caelo concesserat almaque curru
noctivago Phoebe medium pulsabat Olympum:
Aeneas (neque enim membris dat cura quietem)
ipse sedens clavumque regit velisque ministrat.
Atque illi medio in spatio chorus ecce suarum
occurrit comitum: nymphae, quas alma Cybebe
numen habere maris nymphasque e navibus esse
iusserat, innabant pariter fluctusque secabant,
quot prius aeratae steterant ad litora prorae.

Y en el mismo Libro X, v. 251 ss.

Entonces suplica brevemente mirando a lo alto  del cielo:
« Madre de los dioses, nutricia  Idaea, que amas a Díndimo
y las ciudades que tienen  torres y los  leones uncidos bajo el doble yugo:
tú para sé mi  ahora mi  guía en la lucha y favorece mi correcto  augurio
y ayuda  a los frigios, diosa, con pie favorable.»
Tan sólo  dijo esto.

Tum breviter super adspectans convexa precatur:
“Alma parens Idaea deum, cui Dindyma cordi
turrigeraeque urbis biiugique ad frena leones,
tu mihi nunc pugnae príncipes, tu rite propinques
augurium Phrygibusque adsis pede, diva, secundo.
Tantum effatus.

Yen Libro XI, v.557

“A ti  que habitas los bosques,  benigna virgen Latonia,
yo, su padre, te  consagro esta sierva; sosteniendo  ella por primera vez las armas,
suplicante,  escapa del enemigo por los aires.

“Alma, tibi hanc, nemorum cultrix, Latonia virgo,
ipse pater famulam voveo; tua prima per auras
tela tenens supplex hostem fugit.

Debe saberse que la palabra latina “parens” (relacionada con “pario”, dar a luz, parir, producir, criar) designa tanto al padre como a la madre. Lo que es un error inadmisible, que denota una gran ignorancia, es construir la frase “alma pater”, porque “pater” solo se refiere al “padre”, masculino, y “alma” es una forma femenina, nutricia.

Naturalmente, también es un error notable confundir el adjetivo latino “alma”, nutricia, con el sustantivo español “alma”, espíritu, término que deriva de “anima”. Por cierto, todos los “animales”, como su nombre indica tienen “alma” o espíritu.

Alma mater

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