La cultura “clásica” griega es el resultado de ricas y diversas influencias históricas

Nuestra cultura occidental se siente muy orgullosa de sus raíces clásicas, de sus raíces grecolatinas y de hecho aunque existan aportaciones de otras culturas, en su mayor parte somos antiguos griegos y romanos con más de dos mil quinientos años de historia.

Pero, ¿dónde están a su vez las raíces de la cultura clásica? Hoy la Filología Clásica es mucho  más libre que hace medio siglo para determinar esos orígenes. En gran medida, al buscar las raíces clásicas, la Filología estuvo mediatizada por razones ideológicas del momento, incluso racistas, y buscaba unas raíces pura y exclusivamente arias que la arqueología  y las propias fuentes antiguas desmentían permanentemente. Eran momentos en los que el acientífico e ideológico concepto de raza impregnaba parte del pensamiento y de la ciencia europea. La pretensión de una supuesta “pureza racial” produjo enormes males a la Humanidad.

Pero de acuerdo con las propias fuentes antiguas, grandes maestros del pensamiento, de la religión y de la ciencia griegos visitaron y estudiaron con maestros egipcios: así Heródoto, Pitágoras, Platón… Y estas estancias tuvieron en las obras respectivas de estos autores absoluta transcendencia. Egipto, cuyos grandiosos vestigios nos siguen sorprendiendo hoy día,  tuvo un enorme atractivo para los griegos. Platón en varios momentos alaba y valora admirado la cultura y sociedad egipcia.

Sirvan como ejemplo dos  referencias de Platón, una en su diálogo Timeo, 21e  y ss. en el que Critias nos da noticias del diálogo entre el sabio Solón, “el más sabio de los siete sabios”,  en expresión del mismo Critias, y los sacerdotes egipcios, en el que estos le informan a Solón, del antiguo origen de Atenas y de su relación con la ciudad egipcia de Sais.

Hay en Egipto –dijo Solón- en el Delta, hacia cuyo extremo final el curso del río se divide, un cierto nomo llamado Saítico, cuya principal ciudad es Sais. De allí era el rey Amasis. Los naturales de esta ciudad creen que la fundó una diosa:en lengua egipcia su nombre es Neith, pero en griego, según ellos dicen, es Atenea. Esas gentes son muy amigas de los atenienses y afirman ser de alguna manera parientes suyos. (21e)
…..
Numerosas y grandes fueron vuestras hazañas y las de vuestra ciudad: aquí están escritas y causan admiración.”(24d)  (Traducción de Francisco de P.Samaranch en la edición de las obras completas de Platón en Editorial Aguilar, 1969)

y sigue Solón contando la amplia información que los sacerdotes egipcios le proporcionan sobre la antigua Atenas y que él desconocía.

También Platón en su diálogo Las leyes, 656d, presenta a Egipto como modelo para educar musicalmente a los jóvenes griegos:

      “Desde hace mucho tiempo  tengo entendido que han aprendido ellos (los egipcios) esta verdad que nosotros estamos formulando ahora: la juventud de las ciudades ha de ejercitarse en las bellas figuras y en las bellas melodías; en consecuencia ellos fijaron el carácter y la naturaleza de estas, y luego expusieron los modelos de las mismas en los templos… “ (Traducción  de P.Samaranch).

No es, pues, de extrañar el elevado concepto que Herótodo, Solón, Platón tenían de Egipto con cuya cultura y pasado se hermanan (en este caso la ciudad de Atenas con la egipcia Sais, en el Delta) o en él buscan sus orígenes.

Las investigaciones modernas confirman plenamente lo que los propios antiguos nos decían.
Naturalmente también son esenciales las aportaciones del Medio Oriente y del Norte, dada la estratégica ubicación de Grecia entre el este y el oeste, entre el norte y el sur.  El Oriente Próximo ha sido durante milenios el crisol en el que se han fundido y mezclado las corrientes culturales de Oriente, del Mediterráneo, del norte euroasiático y de Africa.

En la conformación de la cultura griega clásica han sido esenciales, pues,  el sustrato mediterráneo, la originalidad indoeuropea, las tradiciones mesopotámica y egipcia.

Como suele ocurrir en todas las sociedades, la cultura es el resultado de múltiples influencias, es resultado del sincretismo, síntesis y fusión de formas diversas. Si esto ha sido siempre así a lo largo de la Historia, resulta absolutamente evidente en nuestra época de globalización en la que además las personas se mueven con gran facilidad por todo el planeta.

Los maestros griegos estudiaron con maestros egipcios

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