El momento fundacional de muchas ciudades se pierde en la noche de los tiempos; es decir, se desconoce, aunque se adorne “a posteriori” con bellos mitos; de algunas otras conocemos su origen y, por así decir, el acta de fundación.

Pocas ciudades son fruto de un acto fundacional específico, antes bien lo son de un largo proceso de formación. Este es el caso de Roma, aunque según el mito fueron dos gemelos, Rómulo y Remo, hijos del dios Marte y de una sacerdotisa de Vesta y por lo tanto virgen, abandonados en el río Tíber y amamantados por una loba, quienes fundaron la ciudad en el año 753 a.C. según Varrón, historiador del s.I a.C. ¿Quién no tiene in mente la imagen de la loba amamantando a los dos gemelos?

Ilia o Rea Silvia era hija de Numitor, rey destronado por su hermano Amulio quien la hizo ingresar en el colegio de las Vestales, sacerdotisas que debían mantener la virginidad durante treinta años bajo pena de muerte por lapidación o enterramiento. Cuando Rea Silvia acudía a una fuente a por agua fue violada por el dios Marte y quedó encinta de los dos gemelos, que sobrevivieron a la orden de su tío de darles muerte. Arrojados al río Tiber, que venía crecido, en una canasta, fueron a parar a la orilla del monte Palatino, en donde una loba que oyó su llanto les amamantó hasta que el pastor Fáustulo los recogió y su esposa Acca Larentia los crió.

Cuando pasado el tiempo conocieron su origen, repusieron en el trono a su abuelo Numitor y decidieron crear una ciudad donde los encontró la loba. Los dos pretendieron ser el fundador. Para resolver la cuestión había que esperar una señal de los dioses: Remo subió al monte Aventino y vio el primero seis buitres; Rómulo subió al monte Palatino y vio doce.

En consecuencia Rómulo funda la ciudad según el rito etrusco, trazando un surco con el arado para delimitar el espacio urbano. Remo, burlando la prohibición, saltó armado el surco inviolable del hermano, que en la lucha le dio muerte.

Plutarco en la Vida de Rómulo (2,4-8) ofrece otra versión distinta del origen de los gemelos.

El mito fundacional de Roma fue elaborado en el s.IV a.C. y aunque evidentemente nada tiene que ver con la Historia, en él se aprecian elementos de creencias y mitos muy antiguos: estadio anterior a la fundación de la ciudad, intervención del dios Marte, niño de sangre real expuesto y alimentado por un animal salvaje, el fuego, educación por pastores, campo salvaje frente a ciudad, ritual de iniciación.

Los mitos entrañan grandes dificultades de interpretación, pero también encierran información de épocas de las que apenas quedan otros vestigios.

El origen mítico de Roma

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