En tiempos tan revueltos como los actuales quizás no sirva de mucho recordarlo, pero hay una anécdota de Octavio Augusto que tiene cierto interés referida a una medida positiva, proactiva como se dice ahora, de integración entre culturas llamadas a complementarse.

El poeta latino Horacio dejó a la posteridad unas cuantas frases famosas convertidas en sentencias plenas de contenido. Una de ellas hace referencia al dominio militar y político romano sobre Grecia pero a la superioridad cultural helena, en  Epístolas II, 1, 156-157:

"La Grecia conquistada conquisto al fiero conquistador e introdujo las artes en el agreste Lacio."

"Graecia capta ferum victorem cepit et artes intulit in agresti Latio."

Piénsese que ya antes de existir Roma, los griegos recitaban los versos de la Ilíada y la Odisea de Homero.

Pues bien, los griegos soportaron el dominio romano y los romanos siempre se sintieron atraídos y “dominados” por la cultura griega, hasta el punto de que todo romano culto, persona importante o de familia con recursos, marcha a Grecia para completar sus estudios y aprender bien la lengua griega.

En honor de la verdad, también hubo quien se opuso a esa influencia. En el siglo III a.C., Catón el Viejo, defensor a ultranza de la tradición romana, interpretó como un peligro letal para Roma la influencia griega y a ella se opuso en su juventud, pero finalmente con poco éxito, pues como dice Plutarco en  Vidas paralelas, Vida de Catón 2, 4:

Por lo demás, se dice que aprendió  tarde las letras griegas, y que habiendo cogido en sus manos  los libros griegos cuando ya era de edad muy avanzada, Tucídides le fue de utilidad para la elocuencia, aunque  sobre todo le aprovechó Demóstenes. Adornó sus escritos adecuadamente  con máximas e historias griegas, y en sus apotegmas y sus sentencias se encuentran muchas cosas traducidas literalmente del griego.

Pues bien, hay una pequeña anécdota de Augusto que refleja el espíritu y deseo de integración al proponer  una medida positiva que busca el buen entendimiento entre los dos pueblos, romano y griego. Nos lo refiere Suetonio en su Vida de los doce  Césares, vida de Augusto. XCVIII, 1-3:

Recorrió entonces las costas de la Campania y las islas cercanas y paso cuatro días de retiro en Capri, con absoluta tranquilidad dedicado al ocio y a todo tipo de diversión.

Cuando pasaba casualmente por la bahía de Putéolos, los pasajeros y los marineros de una nave de Alejandría, que acababa de atracar, vestidos de blanco, con coronas y quemando incienso, le prodigaron votos de buenaventura y las mayores alabanzas, diciéndoles que “gracias a él vivían, gracias a él navegaban, gracias a él disfrutaban de la libertad y de sus fortunas”. 

Contentísimo con esto, repartió cuarenta monedas de oro a sus acompañantes, exigiéndoles a cada uno el juramento y compromiso de que no gastarían la cantidad dada en otra cosa sino en la compra de productos de Alejandría.

Y luego a lo largo de los días siguientes repartió además, entre otros regalos menores, togas (romanas) y mantos griegos, con la condición de que los Romanos usaran la vestimenta y la lengua griegas y los griegos las romanas.

tunc Campaniae ora proximisque insulis circuitis Caprearum quoque secessui quadriduum impendit remississimo ad otium et ad omnem comitatem animo.

Forte Puteolanum sinum praeteruehenti uectores nautaeque de naui Alexandrina, quae tantum quod appulerat, candidati coronatique et tura libantes fausta omina et eximias laudes congesserant: per illum se uiuere, per illum nauigare, libertate atque fortunis per illum frui. qua re admodum exhilaratus quadragenos aureos comitibus diuisit iusque iurandum et cautionem exegit a singulis, non alio datam summam quam in emptionem Alexandrinarum mercium absumpturos.

sed et ceteros continuos dies inter uaria munuscula togas insuper ac pallia distribuit, lege proposita ut Romani Graeco, Graeci Romano habitu et sermone uterentur

Han pasado 2.000 años. Augusto murió poco después de esta anécdota, pero si de integración entre los pueblos se trata, hoy como ayer serán más adecuadas las medidas positivas de asimilación que la confrontación. Desde luego, nada ayudan a una buena convivencia mensajes del tipo “no consuma usted productos de…Alejandría”.
 

Una medida positiva de Augusto para la integración de los pueblos

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies