En la noche del día 24 al 25 de Diciembre se celebra en Occidente el nacimiento de Cristo. Pero no siempre fue así ni hoy lo es en todo el mundo cristiano; hasta el siglo IV se celebraba el día 6 de enero y así se sigue haciendo en oriente, entre los ortodoxos.

El día 25 de diciembre se produce el solsticio de invierno; es el momento en el que en el hemisferio norte el día es más corto y la noche más larga. Pero a partir de este momento el día comienza a crecer y por ello este día se celebraba el “dies natalis invicti solis”, “el día del nacimiento del sol invencible”.

Ese sol invencible es el dios Mitra, cuyo culto y devoción compitió con el Cristianismo, con el que tiene indudables semejanzas.

A este tema he dedicado ya en este blog un artículo: http://www.antiquitatem.com/cristo-nacio-antes

He dedicado también otro a comentar algunos aspectos de los ritos y celebración de nuestra Navidad, incluido el episodio de los llamados “reyes Magos”.

http://www.antiquitatem.com/navidad-saturnales-jesus-mitra-marcial

http://www.antiquitatem.com/reyes-magos-tiridates-neron-epifania

El mitraismo y el cristianismo tienen muchas semejanzas y también muchas diferencias. Así lo atestiguan algunos padres y polemistas cristianos, que curiosamente nos proporcionan muchos datos de estas religiones de salvación, muchas veces secretas o semisecretas. Por lo  demás el cristianismo toma también elementos de la religión y culto a Isis y Osiris, Tammuz, Adonis, Attis, Dionisos.

Para poder explicarnos la coexistencia de semejanzas y diferencias debemos imaginarnos el ambiente espiritual y religioso de la Roma imperial en la que coexisten todas las religiones y ritos con los que se van encontrando en su avance imperial y además el ambiente popular es muy proclive al desarrollo de las religiones y poco favorable a las posiciones ateístas. Quizás pueda servirnos de referencia el ambiente actual de algunas ciudades americanas en las que surgen todo tipo de religiones y sectas, mezcla de ritos e ideas diversas.

Nota: Se llama sincretismo al fenómeno de mezcla, de  asimilación, de fusión   de elementos diversos en uno.  La palabra viene del griego συγκρητισμός,  synkretismos, formada del prefijo συν- syn, con, juntamente, a la vez, y tal vez del verbo κεραννυμι, kerannymi, que significaba mezclar. O tal vez, como explica Plutarco en sus Moralia, Sobre el amor fraterno (De fraterno amore), 19 se relacione con Creta y la práctica de unirse todos los cretenses frente al enemigo común. Es esta una etimología interesante que tratare en un artículo exclusivo.

Mitra es un dios persa con al menos 4.000 años de existencia. Su existencia ha de ser anterior a la separación de indos y persas, porque este dios existe en el panteón védico de la India y existe en la religión medo-persa, desarrollando luego una evolución diferente. En la India se diluyó, se acentuó en Persia y fue preponderante en los misterios de época romana. Su primitivo libro sagrado es el Avesta.

Es característica de esta religión la existencia de un dualismo absoluto:  había dos divinidades contrapuestas, Ahura-Mazda, dios del bien y del cielo y Ahriman, dios de las tinieblas y del infierno.  Entre uno y otro hay un mediador, Mitra, benefactor y protector de los hombres.

El Mitra de Persia es el que muchos siglos más tarde se propagó por todo el Imperio Romano acompañando primero a las legiones romanas, llevado también por funcionarios y comerciantes, entre cuyos miembros se asentó rápidamente.

Pero hasta llegar aquí sufrió muchos cambios y contaminaciones. En primer lugar  la primitiva religión persa y sus primitivos ritos fueron reformados por Zaratustra, al que los griegos llaman Zoroastro, dando lugar al Zoroastrismo. Fue muy afectada también  por la religión de Babilonia y los diversos pueblos de Mesopotamia, impregnándose de astrología, se extendió también por toda Asia Menor, entró en contacto con judíos y otros pueblos semitas, influyó y a su vez fue afectada por la filosofía griega, helenizándose, etc.

En muchos casos sus dioses fueron identificados con dioses  asiáticos o griegos: Ormazd o Ahuramazda con Zeus,Ahriman con Hades, etc. Mitra permanece como tal porque no tiene equivalente en el panteón griego.  Es decir,el mismo mazdeismo es un ejemplo de sincretismo.

El Mitraismo se extendió por todo el imperio en los primeros siglos del Imperio acompañando sobre todo a los soldados. Precisamente la vida religiosa del devoto de Mitra se concibe como una milicia y camino de perfección. No es de extrañar que tuviera notable éxito entre los legionarios. Un factor esencial, desde luego, fue el favor de los emperadores, cuyas tendencias a la deificación y justificación del poder por la divinidad, afianzaban las creencias orientales mitraicas.

Prueba de la extensión y desarrollo de este culto es por ejemplo la existencia de numerosos reyes de la zona que se llaman Mitrídates: Ponto, Partia, Capadocia, Armenia.

Los mitreos o templos de Mitra aparecen por todo el imperio, sobre todo asociados a campamentos de legiones romanas. En Roma existieron varios, el mayor tal vez es el que está bajo la iglesia de San Clemente junto al Coliseo.

El Mitraismo desapareció, pero sus creencias en dos poderes antagónicos que dominan el universo, el bien y el mal, la luz y las tinieblas, permaneció en el maniqueísmo y en otras creencias como entre los bogomilitas, entre los cátaros o albigenses, etc..

Incluso el zoroastrismo o mazdeísmo subsiste todavía en la pequeña comunidad de los parsis, antigus persas que emigraron a la Indida. Véase:http://www.antiquitatem.com/exposicion-de-cadaveres-incineracion-

Entre el Mitraismo y el Cristianismo hay grandes semejanzas en el aspecto doctrinal y también en el ritual y en consecuencia hubo una fuerte rivalidad, de la que salió triunfante el Cristianismo a partir del siglo IV, pero como en su momento dijo el filólogo, filósofo, escritor  francés Renan (1823-1892) en su obra  “Marco Aurelio”, 579,: "Si el cristianismo se hubiese detenido en su crecimiento por alguna enfermedad mortal, el mundo habría sido mitraista”.

Resulta imposible hacer un estudio detallado del contenido y de las múltiple semejanzas y por tanto sólo señalaré las más importantes.

En el aspecto doctrinal ambas son religiones  de salvación y de misterio porque prometen al creyente una vida eterna de felicidad después de la muerte y sólo los iniciados participan de los ritos, que son secretos.

Mithra es el intermediario entre el cielo y el infierno, entre los reinos del bien y del mal. Es el representante de Ahura-Mazda en la tierra que nos protege a los hombres de las fuerzas demoniacas de Ahriman. Mitra es  ”luz del mundo”, símbolo de la verdad, de la justicia, de la lealtad. Se le llama también el “juez de las almas”, que purificadas ascenderán al cielo. Mitra es el padre celestial que las recibirá en su mansión celestial.  Creen firmemente en el cielo y en el infierno, en la supervivencia y resurrección de la carne después de la muerte, en el castigo y recompensa;   dios benevolente hará justicia con los justos a los que concederá la salvación eterna el día del juicio final,  cuando se produzca definitivamente el triunfo de la luz sobre las tinieblas.

Es también una religión con un gran contenido moral, de autocontrol, de resistencia a la sensualidad, en la que el devoto ha de recorrer un camino de purificación de siete grados, hasta llegar al de Padre, que es perfecto como Mitra, y ha de luchar contra las fuerzas del demonio. En esa lucha contará con la ayuda de Mitra.

A este tipo de religiones en las que no hay un solo dios sino varios, aunque sólo uno de ellos es el superior a los otros y el único digno de ser adorado, se les llama técnicamente henoteísmo, del griego  εἷς,  ἕν, heis, hen, uno, y θεός,  theos, dios e –ismo, un dios.

Muy llamativas son las semejanzas de los ritos de ambas religiones.

El culto de Mitra se realiza en cuevas naturales o fabricadas pero con algún elemento que recuerde el origen cavernario, que se llaman mitreos, lo que indica que su origen es muy primitivo.  En latín se les llama spelaeum, specus, spelunca (palabra de la que deriva espeleología o estudio de las cavernas), antrum. Precisamente el nacimiento de Cristo, que la devoción popular sitúa en un “portal” en occidente, en oriente se suele presentar en una cueva. En ellos aparece como motivo iconográfico central la imagen de Mitra tauróctono o matador del toro (del latín taurus, toro y del griego κτείνω, kteino, matar).

La gran festividad del nacimiento Mitra se celebra, naturalmente, el día del solsticio de invierno, el 25 de diciembre, El elemento central es el sacrificio, sin que esto signifique que se sacrifique realmente un toro.  Alfred Loisy en su obra Los Misterios paganos y el misterio cristiano nos dice:

Lo que se representa es el sacrificio del toro como principio de la vida bienaventurada prometida al iniciado, así como de la virtud que hay en el banquete sagrado para la obtención de esa inmortalidad”

Dentro de la iconografía mitraica, la imagen sin duda más conocida es la del Mitra tauróctono que presidia sin duda el espacio sagrado del mitreo.

Aprovecho las palabras exactas de Alfred Loisy para describirla, en un buen ejemplo de ecfrasis.

Nota:  écfrasis o ecfrasis,del griego ἔκφρασιϛ, 'explicar hasta el final. Una ecfrasis, según la retórica y tradición clásica,  es una descripción verbal, con palabras, de una obra de arte visual, de una pintura o una escultura.
 

 

“…en una caverna se ve al toro, reducido, tendido en tierra, las patas delanteras flexionadas sobre el cuerpo, las traseras extendidas; Mitra está sobre el animal, con la rodilla izquierda flexionada, la pierna derecha extendida sobre lapata trasera derecha del toro; con la mano izquierda levanta el hocico del animal, cuya cabeza se vuelve hacia el cielo, y con la mano derecha le clava un gran cuchillo en el nacimiento del cuello. Mitra mismo tiene la cabeza vuelta, como si mirara detrás de sí, y a menudo con una singular expresión de tristeza. Generalmente un cuervo, a la izquierda, se inclina hacia él; a menudo en el ángulo izquierdo está la figura del Sol, a la derecha la de la Luna; abajo hay un perro que se arroja sobre la sangre que brota de la herida, y también una serpiente; un escorpión toma con sus pinzas los testículos de la bestia expirante y los pica con su cola; a veces participa también una hormiga; o bien por debajo del toro se ve una crátera con un león que parece mirarla o beber en ella, mientras que, del otro lado, la serpiente parece querer hacer otro tanto. A cada lado hay un joven: uno, Cautes, con una antorcha levantada; y el otro, Cautopatés, con una antorcha dada vuelta, ambos vestidos y peinados como Mitra. Un último detalle, que no debe ser el menos importante: la cola del toro, levantada, termina en un manojo de espigas; hay también monumentos en los cuales de la herida del toro brotan espigas en lugar de sangre. Estas espigas son las que dan sentido a la escena, o bien es superfluo buscárselo. (Alfred Loisy: Los misterios paganos y el misterio cristiano, pág. 139. Ed.Paidos. Barcelona, 1990)

Tout le monde connaît le type de Cette représentation : dans une caverne, le taureau dompté, tombé à terre, les jambes de devant pliées sous lui, celles de derrière étôndiies; Mithra sur la bête, lé genou gauche plié, la jambe droite allongée sut la cuisse droite du taureau; de la main gâuche il soulevé les
naseaux de l'animal, dont la tête se tourne vers le ciel, et de la main droite il lui enfonce, au défaut de l'épaule, un long Coutelas; Mithra lui-même a la tête tournée, comme regardant derrière lui, et souvent avec une singulière expression de tristesse; ordinairement un corbeau, à gauche. Se penche dé sôft côté; souvent, dans l'angle à gauéhe est la flgute du Soléil, a droite celle de la Lune; en bas, se jetant vers le sang qui jaillît de la blessure, est un chien, aussi un  serpent; un scorpion pince les testicules de la bêté expifànte et les pique dé sa queue; une fourmi quelquefois se met aussi de la fête; ou bien, au-dessous du laureau, un cratère est représenté, un lion a l'air de le garder ou d'y boire, tandis que d'autre part, lé serpent a mine d'en faire autant; de chaque côté, un Jéune homme, l'un, Caulès, avec une torche levée, l'autré, Càutopatès, avec une torche renversée, tous deux vêtus et coiffés comme Mithra; dernier détail, qui ne doit pas être le moins important, la queue du taureau, relevée, se terminé en toufle d'épis ; on signale même dés monuments où ce sont des épis qui jaillissent, au lieu de sang, dé là blèsssure du taureau’. Ce sont ces épis-là qui donnent le mot de la scène, ou bien il est superflu de le chercher.
(Alfred Loisy: Les mystères paíens et le mystère chrétien)

En este conjunto iconográfico se representa el mito avéstico del toro inmolado en el origen del mundo de cuya herida surgieron las plantas y de su simiente nacieron las especies de animales útiles y al que mató Mitra. La representación del sacrificio del toro es un recuerdo y símbolo del sacrificio del animal primigenio (fue la primera criatura viva que creó Ahura-Mazda) y cósmico que dio origen a la vida a los hombres. La muerte del toro es símbolo de la llegada del nuevo año y de la salvación en el más allá. Así en el mitreo del Aventino en Roma se lee “Salvaste a los hombres con el derramamiento de sangre eterna”.

Otro elemento esencial del rito mitraico es la celebración del banquete o eucaristía, en el que comían el pan y bebían el agua sagrada, que en determinado momento fue vino, sustituto de la bebida primitiva fruto de la planta tóxica del homa, equivalente al  “soma” o bebida sagrada hindú.

Elemento también esencial en el rito es el bautismo o purificación mediante el agua que ha de realizar el devoto en uno de los siete pasos, y la señal (signatio) en la frente en el llamado “el Soldado”.

Hay otras muchas semejanzas en la teología y en el ritual que no podemos comentar en este artículo, como por ejemplo la vestimenta de los sacerdotes, la ceremonia de la iniciación que se llama “sacramentum” porque es una especie de juramento similar al juramento militar de los soldados, el toque de unas campanillas en determinado momento del servicio religioso.

Estas semejanzas llamaron poderosamente la atención de los primeros padres de la Iglesia, que polemizan vivamente con los mitraistas. Precisamente la mayor parte de los detalles de estos ritos los conocemos por la descripción que hacen de ellos los padres cristianos.

Tertuliano es hijo de un centurión y buen conocedor de los ritos mitraistas. Impresionado sin duda por las semejanzas sólo encuentra una explicación para las muchas coincidencias: estos ritos y esta religión es obra del diablo que está interesado en desacreditar y extinguir la religión cristiana. Leamos lo que dice en su obra Prescripciones contra todas las herejías, 40

Pero si se pregunta por quién es influenciada la mente de los que crean las herejías? Ciertamente por el demonio, cuya función es corromper la verdad, él que imita también en los misterios de los ídolos las mismas cosas de los divinos sacramentos. También él mismo bautiza a algunos creyentes y fieles suyos y les promete con este baño la expiación de sus pecados y como todavía recuerdo de Mitra, (el diablo) marca en la frente a sus soldados. Celebra también la oblación del pan, les presenta la imagen de la resurrección y rescata la corona bajo la espada. Y ¿qué decir del hecho de que estableció que su sumo pontífice sólo se casa una vez? Él también tiene sus vírgenes y sus “continentes” (personas que refrenan sus instintos). Por lo demás, si examinamos las supersticiones de Numa Pompilio, si observamos la función de los sacerdotes, sus vestimentas y privilegios, las acciones de los sacrificadores, y sus instrumentos y los vasos y las curiosidades de los propios sacrificios, de las expiaciones y de los votos, ¿acaso no resulta evidente que el diablo ha imitado con todo cuidado la ley judía? Quien procuró expresar con tanta exactitud las mismas cosas de las que tratan los sacramentos de Cristo en los asuntos de la idolatría, él mismo y con el mismo artificio llevó a cabo y pudo corromper también los instrumentos de las cosas divinas y de los santos cristianos, tomando el sentido de otros sentidos, las palabras de otras palabras, las parábolas de otras parábolas y adaptarlo a la fe profana. Por tanto nadie debe dudar de que estas maldades espirituales, de las que también proceden todas las herejías, han sido introducidas por el diablo y que estas herejías no se diferencian mucho de la idolatría, ya que son obra del mismo autor que el de la idolatría. Así o creen en otro dios contra el creador o si confiesan que hay un solo dios, dicen que es de otra manera de lo que en verdad es. Y así todas las mentiras que dicen de Dios, de algún modo es también una especie de idolatría.

De praescriptione haereticorum, 40

XL. [1] Sed quaeritur, a quo intellectus interuertatur eorum quae ad haereses faciant? [2]  A diabolo scilicet, cuius sunt partes interuertendi ueritatem qui ipsas quoque res sacramentorum diuinorum idolorum mysteriis aemulatur. [3]  Tingit et ipse quosdam utique credentes et fideles suos;
expositionem delictorum de lauacro repromittit, [4]  et si adhuc memini Mithrae, signat illic in frontibus milites suos. Celebrat et panis oblationem et imaginem resurrectionis inducit et sub gladio redimit coronam. [5] Quid, quod et summum pontificem in unis nuptiis statuit? Habet et uirgines, habet et continentes. [6] Ceterum si Numae Pompilii superstitiones reuoluamus, si sacerdotalia officia et insignia et priuilegia, si sacrificantium ministeria et instrumenta et uasa,
ipsorum sacrificiorum ac piaculorum et uotorum curiositates consideremus, nonne manifeste diabolus morositatem illam Iudaicae legis imitatus est? [7]  Qui ergo ipsas res de quibus sacramenta Christi administrantur, tam aemulanter adfectauit exprimere in negotiis idololatriae, utique et idem et eodem ingenio gestiit et potuit instrumenta quoque diuinarum rerum et sanctorum christianorum, sensum de sensibus, uerba de uerbis, parabolas de parabolis, profanae et aemulae fidei attemperare. [8]  Et ideo neque a diabolo inmissa esse spiritalia nequitiae, ex quibus etiam haereses ueniunt, dubitare quis debet, neque ab idololatria distare haereses cum et auctoris et operis eiusdem sint, cuius et idololatria. [9] Deum aut fingunt alium aduersus creatorem aut si unicum creatorem confitentur, aliter eum disserunt quam in uero est. [10]  Itaque omne mendacium quod de Deo dicunt, quoddammodo genus est idololatriae.

En el mismo sentido se expresa San Justino, también impresionado por las semejanzas de la eucaristía mitraica con la cristiana, incluidas las fórmulas de consagración, para las que, como Tertuliano, no encuentra otra explicación que la intervención del demonio. Así después de explicar en qué consiste la eucaristía nos dice  en Apologia, 1. 66:

“Los Apóstoles—en sus comentarios, que se llaman Evangelios—nos transmitieron que así se lo ordenó Jesús cuando, tomó el pan y, dando gracias, dijo: Haced esto en conmemoración mía; esto es mi Cuerpo. Y de la misma manera, tomando el cáliz dio gracias y dijo: ésta es mi Sangre. Y sólo a ellos lo entregó. Por imitación los malvados demonios prescribieron hacer esto mismo en los misterios de Mitra; en efecto, se presenta el pan y una copa de agua en las ceremonias de iniciación, con ciertas fórmulas que sabéis o podéis aprender”.

En resumen ,como dice Loisy: “Los misterios de Mitra eran una gran religión

Todas estas cuestiones históricas han sido desde finales del siglo XIX muy estudiadas y son conocidas, aunque no lleguen de manera general a los ciudadanos porque las autoridades y responsables religiosos o no las conocen o no quieren conocerlas y mucho menos transmitirlas a sus fieles, a los que deben considerar no preparados para conocer la verdad histórica.

Por eso causan tanto revuelo y desazón declaraciones de la jerarquía tan simples como la realizada por el Papa Juan Pablo II en 21 de Diciembre de 1993, cuando reconoció que el día de Navidad sustituyó a la fiesta pagana del Sol Invencible, que coincidía con el solsticio de Invierno. De la noticia se hicieron eco los medios de comunicación y fácilmente puede ser localizada en cualquier hemeroteca.

Nota: hemeroteca, del griego: hemera (Ἡμέρα), día, y theke (θήκη), armario,caja, depósito, en el que se guardan los  datos y revistas.

No menos sorpresa y desazón provocó entre fieles devotos la declaración del sucesor de Juan Pablo II, el Papa Benedicto XVI, cuando en noviembre del año 2012 publicó el libro La infancia de Jesús, en el que reconoce el error del calendario en fijar la fecha del nacimiento de Jesús o afirma que los elementos iconográficos del nacimiento como el acompañamiento de la mula y el buey son meros adornos de la tradición que nada tienen que ver con la realidad histórica. Esta supresión de estos animales desorientó a muchos ciudadanos practicantes de la religión con evidente ingenuidad.

Bien, volviendo al tema del mitraismo, diré que la base de los estudios históricos sobre esta religión la puso Franz Cumont (1868-1947), historiador y filólogo belga, que publicó una enorme obra documental al respecto y que, después de haber sido profesor universitario durante varios años, fue rechazado como profesor de la universidad de Gante por el ministro católico de Educación. El hecho provocó una enorme campaña de prensa y estudiantil para rechazar la injerencia de la religión en la universidad.

Otro gran especialista en el estudio de la historia de las religiones de misterios fue Alfred Loisy (1857-1940), teólogo y sacerdote francés contemporáneo de Cumont. Se le considera el creador de los  modernos estudios Bíblicos. Entró pronto en conflicto con el Vaticano, que le excomulgó en 1908 y todos sus libros fueron censurados, siendo incluidos año tras año en el índice. El Concilio Vaticano II lo rehabilitó parcial e implícitamente. Su obra Les Mystères païens et le Mystère chrétien fue publicado en 1919, pero en castellano no lo fue hasta 1967, fuera de España, naturalmente, con el título Los misterios paganos y el misterio cristiano; en España fue reimpresa en 1990. En 1909 fue contratado como profesor en el prestigioso Colegio Francés (Collège de France) donde enseñó e investigó durante muchos años.

Resultan realmente emocionantes algunos párrafos del prólogo de la primera edición en el que se trasluce la conciencia de un hombre que aplicando el método de la historia ha descubierto lo que cree que es la verdad, pero cuya publicación sin duda ha de causar novedad; temeroso de una muerte inesperada, cree que es su obligación publicar la verdad histórica que él ha encontrado, aunque es consciente de que es necesario seguir ampliando y demostrando esa información.

Me permito transcribir esos párrafos como ejemplo de las dificultades que no hace mucho y aún hoy día encuentran los historiadores, que sólo se deben a la verdad que los textos les transmiten :

La vida es corta, y cuando uno siente la suya eminentemente frágil, se tiene, quizás, el derecho de decir sin mucha tardanza lo que se ha creído captar de la verdad. Una discusión profundizada y minuciosa de todos los testimonios concernientes a los misterios paganos y a los orígenes cristianos podría absorber muchas existencias, y uno no está obligado en absoluto, sin duda, a callar sobre el tema esperando que una generación de eruditos haya escrutado minuciosamente todos los detalles.
También está permitido preguntarse si es absolutamente indispensable haber agotado la cuestión para saber a qué atenerse sobre los puntos esenciales. Además, en lo que se relaciona con los orígenes cristianos, el conocimiento de los textos no es todo y la independencia total del juicio tiene su importancia. Los textos son conocidos y estudiados desde hace largo tiempo, pero la crítica apenas se diferencia de la fe, cuyos documentos más antiguos son esos textos. Abordarlos sin ningún interés teológico o polémico es, sin duda, una condición indispensable para comprenderlos bien desde el punto de vista de la historia. Pues bien, esta condición puede pasar aún, en el momento actual, por una gran novedad.

La vie est courte, et, lorsqu'on sent la sienne éminemment fragile, on a peut-être le droit de dire sans trop de retard ce que Von a cru saisir de vérité. Une discussion approfondie et minutieuse de tous les témoignages concernant les mystères païens et les origines chrétiennes pourrait absorber plusieurs existences, et Von n'est point sans doute obligé de se taire sur le sujet en attendant qu'une génération d'érudits en ait minutieusement scruté tous les détails . Il est permis aussi de se demander s'il
est absolument indispensable d'avoir épuisé la question pour savoir à quoi s'en tenir sur les points essentiels. D'ailleurs, en ce qui regarde les origines chrétiennes, la connaissance des textes
n'est pas tout, et tindépendance entière du jugement a son importance. Les textes sont connus et étudiés depuis longtemps, mais la critique est à peine dégagée de la foi dont ces textes sont les plus anciens documents. Les aborder sans aucun intérêt théologique ou polémiqua est sans doute une condition indispensable pour les bien entendre au point de vue de l'histoire. Or cette condition peut encore, à l' heure actuelle, passer pour une grande nouveauté.

Este texto es del año 1919; han pasado casi cien años. Parece lógico suponer que hoy no ha de causar ya ninguna novedad. ¿o todavía la causa?

Mitra, dios del sol, nació el 25 de Diciembre, día del solsticio de invierno

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