Perséfone es un mito relacionado con la estaciones del año. La mitología griega es muy rica y variada, resultado de la propia genialidad helena y también de la confluencia de milenarias creencias asiáticas, mediterráneas, africanas (Mesopotamia, Egipto…).

Muchos de los mitos griegos nos resultan hoy de difícil comprensión e interpretación. Otros son más evidentes.  Entre esa diversidad destacan algunos que claramente se refieren a fenómenos de la Naturaleza, para los que se busca una explicación, valga la redundancia “mítica”, fabulosa, todavía no científica.

El mito de Perséfone

Entre ellos uno de los más sugerentes y de más fácil interpretación en sus líneas generales es el de Deméter y Perséfone. Deméter ( Δημήτηρ,    ἡ Μητὴρ hê Mêtềr = la madre, madre de la tierra, de la agricultura y de los cereales, protectora de los matrimonios y muchas cosas más) es una diosa muy antigua. Perséfone es su hija , también conocida como Core (palabra griega que significa “la muchacha”).

Hades (Plutón para los romanos), dios de los Infiernos, secuestró a Perséfone (Proserpina para los romanos) que se encontraba jugando con unas ninfas y la llevó consigo  a los infiernos,   palabra que evidentemente se refiere sencillamente al “mundo inferior” .

Su madre la buscó desesperada e impidió mientras tanto que la Tierra fructificase y diera nueva vida. Hubo de intervenir Zeus, que obligó a Hades a devolverla a su madre, no sin antes engañarla para que comiera unas semillas de granada. El hecho de haber ingerido los granos de granada le obligaba a regresar durante una época del año al Infierno.

Cuando la muchacha, Perséfone, estaba con su madre, Deméter,  la Tierra daba frutos y florecía; cuando Perséfone habita en el Infierno con Hades, la tierra se agosta, se seca y queda estéril.

Este mito era conmemorado en otoño en toda Grecia con las fiestas llamadas “Tesmoforias” en las que sólo intervenían las mujeres, estando vedadas a los hombres.

Explicación del mito

El mito, evidentemente, se refiere a la sucesión de las estaciones del año: la tierra, la naturaleza toda, muere durante una época del año y se hace estéril y durante otra reverdece y ofrece sus frutos.

Estos mitos de muerte y  resurrección , del ciclo de la vida que se reanuda constantemente, tuvieron una notable importancia en la mentalidad antigua y la siguen teniendo entre nosotros los modernos. Este ciclo de muerte y resurrección resulta evidente en el mundo vegetal, en el que los seres, muertos en invierno, resucitan en primavera. Los mitos referidos al mundo de la vegetación son innumerables; el de Perséfone es uno de los más hermosos y evidentes.

Por lo demás, el éxito de muchas religiones estuvo en relacionar, en identificar el ciclo de la naturaleza con el ciclo vital del hombre, que también muere como es evidente, pero que está llamado a resucitar.

Perséfone es una personificación mitológica de la naturaleza

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies