El nacimiento de Jesús se celebra en Occidente el día 25 de Diciembre. Durante mucho tiempo en toda la Cristiandad se celebró y aún actualmente en la Iglesia Ortodoxa se celebra ese nacimiento el día 6 de Enero. En la Iglesia Católica se celebra el día 6 el día de la “epifanía” o manifestación de Jesús. Según el evangelio de San Mateo, 2, 1-12, unos reyes magos vinieron de Oriente para ofrecer al niño Jesús recién nacido oro, incienso y mirra. De ahí procede la costumbre en algunos países, como en España, de hacer regalos la noche del 5 al 6 a los niños.

Pero, ¿quiénes son los “magos”?  Magos, μάγοι en griego, es una palabra irania o persa con notable éxito entre los griegos. Durante mucho tiempo, la filología clásica despreció o desatendió las múltiples evidencias de la influencia oriental en el mundo griego intentando afirmar una pretendida peculiaridad helena. Como evidencia el sentido común y numerosas pruebas históricas y filológicas, ni los griegos eran un solo pueblo, ni entraron todos al mismo tiempo en la península  helena ni estuvieron aislados del resto de pueblos y culturas.

Más bien las cosas ocurrieron al contrario. Por su mera  situación geográfica, en un punto de contacto entre oriente y occidente, entre el norte centroeuropeo y el sur egipcio y africano, lo que llamamos cultura griega tiene un importante componente de otras culturas, fundamentalmente mesopotámicas y orientales y egipcias, a pesar del desprecio de los clasicistas a la importancia e influjo de las culturas orientales persas o egipcias.

La dependencia de los griegos de las culturas orientales pronto resultó evidente en astronomía, en algunos mitos sobre todo los cosmogónicos, en algunos cultos religiosos, pero también son evidentes algunas relaciones de los primeros poemas literarios (Homero, Hesiodo) con los poemas épicos sumerios como Giglamesh o Enki

Luego, a partir del siglo VI y durante dos siglos, Persia ocupó al menos un tercio de los territorios griegos y la influencia, lógicamente, fue mutua.

Una prueba  de la evidencia de esta relación es el término  magos, magus, mago, μάγοι que, como decía,  no es de origen griego sino iranio.

En griego tiene el doble significado de charlatanes que embaucan con su “magia”, pero también el de sacerdotes con una peculiar función.

Las creencias religiosas persa primitivas y otras propias del zoroastrismo conciben el mundo lleno de démones y espíritus.  Las almas de los difuntos, separadas del cuerpo, ascienden al cielo, o mejor, a los cielos, porque son varios. En ese viaje de ascenso  es muy importante la acción ritual y los sacrificios de los “magos”.

Las ideas y creencias iranias ayudaron en Grecia a germinar ideas también de separación del cuerpo y del alma, de ascenso del alma a los cielos, de universo poblado por numerosos démones y espíritus.

Ayudaron también a que se produjera el interés de los griegos jonios por explicar la naturaleza mediante la observación racional, lo que supuso el origen de la ciencia.

La multiplicidad de démones o almas omnipresentes es una doctrina presocrática, especialmente presente en el pensamiento pitagórico. Diógenes Laercio (VIII, 32) nos dice que Alejandro Polihistor decía haber encontrado en los “Comentarios pitagóricos” , entre otras similares, estas ideas:

“Todo el aire está lleno de almas; a éstas se las cree genios (démones) y héroes y ellas transmiten a los hombres los ensueños, los presagios y también las enfermedades; y no sólo a los hombres, también a las ovejas y otros animales; a ellas van dirigidas las purificaciones, las expiaciones, las adivinaciones, las invocaciones y cosas semejantes”.

Es lo mismo que decía Tales cuando afirmaba que “todo está lleno de dioses, démones o almas” (A 22, 23 Diels-Kranz).

Aristóteles dice de Demócrito en Sobre el alma 404a:

De ahí que Demócrito afirme que el alma es un cierto tipo de fuego o elemento caliente; siendo infinitos en número las figuras y los átomos, concluye que los de figura esférica son fuego y alma y los compara con las  motas que hay en suspensión en el aire y que se dejan ver en los rayos de luz  a través de las rendijas; afirma que el conjunto originario formado por todos  los átomos constituye los elementos de la Naturaleza en su totalidad  (Leucipo piensa de manera semejante);
…..
Parece, por lo demás, que la doctrina procedente de los pitagóricos implica el  mismo razonamiento: efectivamente, algunos de ellos han afirmado que el  alma se identifica con las motas en suspensión en el aire, si bien otros han  afirmado que es aquello que mueve a éstas
. (Trad. De Tomás Calvo Martínez, Ed.Gredos).

Diógenes  Laercio en I, 6-9 nos describe la actividad de los “magos”:

“… que los magos se ocupan del culto a los dioses, de los sacrificios y de las plegarias, y son los únicos a los que los dioses escuchan…. que ejercen la mántica y la adivinación, afirman que se les aparecen los dioses y que el aire está lleno de imágenes que como resultado de una exhalación se introducen en la visión de quienes tienen la vista aguda…. Y Aristóteles dice en el libro primero “De la filosofía” que son más antiguos que los egipcios, y que existen dos principios, un espíritu  bueno y un espíritu malo; el primero se llama Zeus y Oromasdes y el segundo Hades y Arimán.”

Heródoto en un pasaje famoso (I, 131) dice que los los magoi  veneran  la bóveda celeste como divinidad suprema:

suben a lo alto de las montañas y ofrecen sacrificios a Zeus, llamando con el nombre de Zeus a todo el círculo del cielo”.

Demócrito, en un famoso fragmento, describe a “maestros de la palabra” que, tendiendo las manos al cielo, “llamaban al universo con el nombre de Zeus”. (Demócrito, B 30 Diels-Kranz).

En resumen, podemos concluir que los magos y las doctrinas iranias  llegaron a formar parte de alguna manera del contexto filosófico presocrático. Los rituales y las especulaciones de los magos sobre las almas y los démones dejaron su rastro en los griegos del siglo V. Así que sin duda la palabra “mago” es la palabra irania de más éxito en griego y hemos de tener en cuenta que los griegos y los  persas mantuvieron un contacto físicogeográfico y cultural durante varios siglos.

Como cuestión curiosa sobre los magos puedo comentar que ya desde hace mucho tiempo se consideró que el relato del evangelio de San Mateo  2,1-12

Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,  diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.  Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.  Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
“Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un guiador,
Que apacentará a mi pueblo Israel.”
Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;  y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.  Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

es un calco o está  elaborado o influenciado por la visita que Tiridates, rey de Armenia, hizo a Roma para rendir homenaje a Nerón. Tiridates, coronado el año 66 en Armenia por Nerón , era un mago así como todos sus acompañantes y así le llamaron los romanos,  “mago”.

Nerón, además de por la música y la poesía, se apasionó  de la magia, a la que tuvo que renunciar. 

A la visita que le hizo Tiridates hace referencia  Plinio el Viejo, Historia Natural XXX, 16 s (VI):

Los magos tenían algunos subterfugios, como por ejemplo que los dioses no favorecían ni se aparecían a los que tienen pecas. ¿Es esto tal vez un obstáculo en él (Nerón)? Nada faltaba a sus miembros. Por lo demás él podía elegir libremente los días (favorables) y elegir fácilmente el ganado que no tenía otro color sino el negro; incluso inmolar a hombres también le era muy grato. El mago Tiridates había venído (a Roma)  junto a él llevando en su persona el triunfo en Armenia y por tanto con una grave carga para las provincias.
No había querido navegar porque (los magos) no consideran permitido escupir en el mar ni mancillar su naturaleza con ninguna otra de las necesidades (excrecencias) de los hombres. Había llevado consigo magos y le (a Nerón) iniciado en los banquetes mágicos* ; sin embargo, aunque le había dado un reino, no pudo recibir de él este arte (de la magia). Y por tanto quedó establecido que era algo detestable, inútil, vano, aunque tenía ciertas sombras de realidad; así que en consecuencia no era el arte de la magia sino el de los envenenamientos.

Nota: * los alimentos podían ser puros o impuros

sunt quaedam Magis perfugia, veluti lentiginem habentibus non obsequi numina aut cerni. an obstitit forte hoc in illo? nihil membris defuit. nam dies eligere certos liberum erat, pecudes vero, quibus non nisi ater colos esset, facile; nam homines immolare etiam gratissimum. Magus ad eum Tiridates venerat Armeniacum de se triumphum adferens et ideo provinciis gravis.
navigare noluerat, quoniam expuere in maria aliisque mortalium necessitatibus violare naturam eam fas non putant. Magos secum adduxerat, magicis etiam cenis eum initiaverat; non tamen, cum regnum ei daret, hanc ab eo artem accipere valuit. proinde ita persuasum sit, intestabilem, inritam, inanem esse, habentem tamen quasdam veritatis umbras, sed in his veneficas artes pollere, non magicas.

Y Tácito nos describe la sumisión de Tiridates, que decide ir a Roma en  Anales XV,29.

XXIX. Tras esto el romano alaba al joven (Tiridates) por haber aceptado los consejos seguros y buenos dejando a un lado los precipitados. El (Tiridates), que  habló profusamente de la nobleza de su familia y con moderación de las restantes cuestiones, añadió: que iría, pues, a Roma y le llevaría al César un nuevo motivo de honor, un Arsácida suplicando cuando las cosas no les eran adversas a los Partos. Pareció oportuno entonces que Tiridates colocase las insignias reales junto a la estatua del César y que no las volviese a coger sino de manos de Nerón. Y así se acabó el diálogo con un beso.  Luego, pasado unos pocos días, formó con gran pompa por una  parte la caballería (de los partos) distribuida por turmas y con los estandartes de su nación, y formaron los escuadrones de las legiones con sus águilas resplandecientes y los estandartes y las imágenes de los dioses como si se tratara de un templo. En medio del tribunal estaba la silla curul y en ella la estatua de Nerón, hasta la que avanzó Tiridates y, después de sacrificar las víctimas según la costumbre,  se quitó la corona de la cabeza y la colocó a los pies de la imagen, con gran emoción en el ánimo de todos, emoción que aumentaba la derrota y cerco del ejército romano todavía clavada en sus ojos: pero ahora la suerte había cambiado: Tiridates iría como espectáculo para el pueblo poco menos que como cautivo…

Exim Romanus laudat iuvenem omissis praecipitibus tuta et salutaria capessentem: ille de nobilitate generis multum praefatus, cetera temperanter adiungit: iturum quippe Romam laturumque novum Caesari decus, non adversis Parthorum rebus supplicem Arsaciden. tum placuit Tiridaten ponere apud effigiem Caesaris insigne regium nec nisi manu Neronis resumere; et conloquium osculo finitum. dein paucis diebus interiectis magna utrimque specie inde eques compositus per turmas et insignibus patriis, hinc agmina legionum stetere fulgentibus aquilis signisque et simulacris deum in modum templi: medio tribunal sedem curulem et sedes effigiem Neronis sustinebat. ad quam progressus Tiridates, caesis ex more victimis, sublatum capiti diadema imagini subiecit, magnis apud cunctos animorum motibus, quos augebat insita adhuc oculis exercituum Romanorum caedes aut obsidio: at nunc versos casus; iturum Tiridaten ostentui gentibus quanto minus quam captivum?

Es posible que este episodio de la visita del rey mago Tiridates sirviese de modelo para la visita de los reyes magos al niño de Belén.
 

Los Reyes magos

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