Parece una contradicción y sin embargo es posible sentir simultáneamente estas dos fuertes pasiones. Al menos así lo confiesan Catulo y miles de amantes posteriores.

Unos poetas cantan los hechos y hazañas gloriosas de los hombres; otros exponen los sentimientos íntimos y recónditos de su corazón. El amor, en sus mil formas y matices, es el objeto preferido de la poesía lírica.

Gayo Valerio Catulo es un joven poeta latino que nació en  Verona (Italia) entre los años 87-84 a.C. y murió en Roma entre 57-54 a.C. , es decir, a los 30 años. Con frecuencia el extraordinario y divino don de la poesía va acompañado de una muerte joven y prematura.

Hijo de una importante familia de provincias, marcho a estudiar a Roma. Allí participó en el círculo literario de moda, los llamados despectivamente “neotéricos”, νεώτεροι, “neoteroi” en griego, “poetae novi” en latín, “nuevos poetas” en castellano,  amantes de la poesía griega refinada, que buscaban la concisión y la perfección formal.

Se enamoró, como tantos jóvenes impulsivos, de una bella y libertina dama de la alta sociedad romana, llamada Clodia, a la que él llama en sus poemas Lesbia. Sus amores fueron una larga sucesión de encuentros y desencuentros que amargaron al joven poeta y que en alguna otra ocasión comentaremos.

Entre otros muchos poemas, en gran parte dedicados o referidos a su Lesbia, Catulo escribió un famoso dístico  o estrofa de dos versos, de dos líneas, que es lo que significa esta palabra de origen griego (δίστιχον , =dos líneas, filas ) En este poemita, de manera magistral expresó el sentimiento de amor-odio tan aparentemente contradictorio y tan frecuente.

Lo presento en  latín y en  español, para que cada uno lo disfrute como pueda.

Odi et amo. Quare id faciam, fortasse requiris.
Nescio, sed fieri sentio et excrucior.

(Catulo, Poeseías, 85)

Odio y  amo. Tal vez preguntes ¿cómo es posible?.
No lo sé, pero siento que ocurre así y me torturo  

Catulo supo expresar con toda contención y emoción el doble sentimiento que le hacía sufrir. Centenares de poetas han expresado de mil maneras un sentimiento similar. Miles, millones de amantes no podrán  expresarlo poéticamente (la poesía es un don que los dioses sólo conceden a algunos elegidos) pero se sentirán identificados con estos pocos versos, que nos sitúan tan cerca a hombres y mujeres del siglo I a.C. y del s.XXI de C.

Por cierto  que Verona, la patria de Catulo, lo es también de Romeo y Julieta. ¿Serán estas tierras del norte de Italia, próximas ya a la frontera alpina, hoy como ayer, el clima y entorno que aviva estos amores románticos e imposibles?

Odi et Amo(Odio y Amo)

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