Cada uno de los dedos de la mano tiene su nombre: pulgar, índice, corazón o medio, anular y meñique. ¿Pero por qué tienen esos nombres? Algunos nombres parecen evidentes; otros no lo son tanto, pero todos deben tener algún motivo, como ocurre en su origen con todos los nombres que aplicamos a todos los seres.

La palabra “dedo”  deriva de la latina  digĭtus, y además del apéndice de las extremidades es también una medida de longitud equivalente a unos 18 milímetros. Como aprendemos a contar con los dedos, también significa “cifra o número”, de donde á su vez deriva el actual término “digital”. v: http://www.antiquitatem.com/lenguaje-de-signos-digital-digit-bit .

Los nombres actuales de cada uno de los dedos de la mano son  continuación de los nombres latinos y se han formado o bien a partir de la posición en la mano, de alguna característica como la fuerza o dimensión y de la función que puede cumplir.

Nos lo resume perfectamente San Isidoro de Sevilla en sus Etimologías XI, 1, 70-71:

Del hombre y sus partes
La denominación de los dedos (digiti) se explica porque son diez (decem) o porque coexisten unidos en perfecta conjunción (decenter): encierran en sí el número perfecto y el más armonioso orden. El primero se llama pulgar (pollex), porque entre los otros goza de poder (pollere) y potestad. El segundo índice(index), y también salutaris o demonstratrorius, precisamente porque con él saludamos o señalamos. El tercero impúdico, porque con frecuencia se expresa con él alguna burla infamante. El cuarto anular, porque en él se lleva el anillo. Recibe también el nombre de medicinal, porque con él aplican los médicos los ungüentos. El quinto auricular, porque con él nos rascamos el oído.

De homine et partibus eius
Digiti nuncupati, vel quia decem sunt, vel quia decenter existuntt. Nam habent in se et numerum perfectum et ordinem decentissimum. Primus pollex vocatus, eo quod inter caeteros polleat virtute, et potestate. Secundus index et salutaris, seu demonstratorius, quia fere eo salutamus, vel ostendimus. Tertius impudicus, quod plerumque per eum  opprobrii insectatio exprimitur. Quartus anularis, eo quod in ipso anulus geritur. Idem et medicinalis, quod eo trita collyria a medicis colliguntur. Quintus auricularis, pro eo, quod eo aurem scalpimus.

Conviene llamar la atención sobre las curiosas y elementales etimologías a que tan dado es San Isidoro, siguiendo por cierto la estela de famosos gramáticos romanos como Varrón.

Así dice que se llaman “dedos” porque son “diez” (decem) o porque coexisten “decentemente, adecuadamente” (decenter), en un ejercicio de imaginación injustificado a todas luces. Lo cierto es que no hay un término indoeuropeo para “digitus”, que parece más bien una forma familiar de la que poco podemos decir.

Es correcta en cambio la etimología del primero, del pulgar, que  procede de pulgaris y este de pollicaris y este de pollex,-cis y este de “pollere”, ser fuerte. En algunas partes se le llama también “matapiojos o matapulgas” porque con él se matan tan indeseables insectos y ahí encuentran algunos la explicación de por qué la forma actual es “pulgar” y no “polgar” como parece debería derivar de “pollicaris”; se trataría de una asimilación vulgar con “pulga”. Sin embargo más bien el proceso parece haber sido el inverso: de pollicaris, pulgaris se deduce que sirve para acabar con los bichitos.

La explicación para el segundo, el dedo “índice” (index, salutaris, demonstrativus) también parece clara y evidente. Por ejemplo, así lo emplea Horacio en sus   Sermones (o Sátiras). 2,8, 20-26

Yo estaba arriba y cerca de mí Visco Turino y debajo, si no recuerdo mal, Vario; Vibidio estaba con Servilio Balatón; Mecenas los había llevado como su sombra. Nomentanos estaba encima de él mismo (el anfitrión) y Porcio estaba debajo haciendo el ridículo cada vez que se zampaba los pasteles de un bocado.
Nomentano estaba con esta función:  señalar con su dedo índice todo lo que por casualidad pasaba desapercibido…

'summus ego et prope me Viscus Thurinus et infra,
si memini, Varius; cum Seruilio Balatrone
Vibidius, quos Maecenas adduxerat umbras.
Nomentanus erat super ipsum, Porcius infra,
ridiculus totas semel absorbere placentas;

Nomentanus ad hoc, qui, siquid forte lateret,
indice monstraret digito;

El dedo tercero es el “del medio” “medius”, o el grande (summus), como también se llama en latín. ¿Por qué San Isidoro y los romanos le llaman impudicus, infamis, famosus? San Isidoro lo explica a medias, aunque sus lectores saben perfectamente a qué se refiere. Con él, hace dos mil cuatrocientos años como hoy en día se hacía el feo, insultante y obsceno gesto de “la peineta” que tanta extensión ha adquirido en los últimos tiempos. Consiste en, manteniendo los cuatro dedos cerrados, levantar el medio en una clara representación del pene y los testículos; gesto vulgar que hemos de leer en términos vulgares como “vete a tomar por culo”. A este asunto he dedicado  todo un artículo. Véase:  http://www.antiquitatem.com/digitus-impudicus-dedo-obsceno-peineta .

Al cuarto se le llama “anular”, de “anularis” y éste de “anulus”, anillo, (en latín también honestus y medicus) porque en él según dice S. Isidoro se lleva el anillo.

Anillo procede del latín  anĕllus,(anillito) diminutivo de  anulus (anillo)  y este a su vez de anus, aro, anillo, de forma circular). Resulta evidente, pues,  por qué se llama así al “Orificio en que remata el conducto digestivo y por el cual se expele el excremento” (RAE)..

El nombre de este dedo se merece todo un artículo propio, porque es mucha la literatura antigua dedicada a los anillos de los romanos, y a los dedos y mano en la que ha de llevarse. Y no menos interesante es analizar por qué se le llama “dedo medicinal o dedo del médico”. San Isidoro nos da una explicación simple, que puede no ser suficiente. Aulo Gelio, Macrobio, Plinio nos dan noticias curiosas mejor que interesantes sobre este dedo. Lo trataré también en un artículo independiente próximamente.

El quinto se llama “ultimus”, “nimius” y “minimus” en latín y “meñique” en castellano precisamente por ser el más pequeño. La Real Academia Española explica el término como “Cruce de menino, niño, y mermellique o *margarique, vars. de margarite, procedentes del fr. ant. margariz, renegado, traidor, papel a veces atribuido a este dedo en dichos y consejas). En todo caso relacionado con minino, menino y estos con minimus, el más pequeño. En inglés es igual de evidente “Little finger”, así como en francés “petit doigt”, en alemán klein Finger, mignolo en italiano, en catalán dit petit, dedinho en gallego,

También se le llama “auricularis”, auricular, de auricula, oreja, por su adaptación para la función de hurgarse en los oídos.

Los nombres de los dedos de la mano

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