Según el esquema moralista de los historiadores y educadores romanos, los antiguos habitantes de Roma eran agricultores y ganaderos austeros, que luego se aficionaron a los placeres y se corrompieron influidos por el lujo griego y asiático después de las Guerras Púnicas y de la conquista de Grecia y de Oriente.

Entre los diversos placeres a los que se acostumbraron destacan sin duda los baños, la buena mesa y el amor, es decir los placeres de la carne. De ellos en alguna medida, la palabra “baños” o “termas” es casi un sinónimo de “cultura romana”, porque no hay ciudad o conjunto urbano o privado de alguna importancia que no conste de unos buenos baños abastecidos por espectaculares acueductos.

Son numerosos los textos literarios que cantan estos tres placeres tan humanos, para ensalzarlos o para criticar su práctica y abuso amoral, porque es muy distinto de las “mores” o costumbres antiguas. Pero el tópico de “baños, vino y Venus, (es decir, amor o sexo o mujeres en un frecuente lenguaje machista hoy inaceptable y duramente criticado), al que a veces se añade “la comida”,  se extendió por todas las clases sociales hasta convertirse en dicho popular, en una versión popular del famoso “carpe diem” de Horacio. Véase: http://www.antiquitatem.com/carpe-diem-horacio-oda-poesia-latina

En el caso del “placer de la bebida”, vina, recordemos la famosa frase “felices hispani quibus vivere est bibere”, a la que ya dediqué un artículo. Véase: http://www.antiquitatem.com/felices-hispani-quibus-vivere-est-bibere

Es muy conocido y citado  un dístico de un epitafio aparecido en Roma, referenciado en el Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL) con el número 15258, o en Carmina Latina Epigraphica (CLE) con el número 1499, o en Inscriptiones Latinae Selectae (ILS) 8157 = CLE 1499 que sintetiza perfectamente esta propuesta “hedonista”. 

Nota. Hedonismo, del griego ἡδονισμός (hedonismos), de ἡδονή (hedone),  placer,  y el sufijo  -ισμός (-ismos) cualidad, doctrina, sistema.

Se trata de un ejemplo de lo que algunas antologías y preceptivas literarias llaman  “verso serpentino”, en el que el fin del verso o dístico es lo mismo que el principio, como la serpiente que se muerde la cola, como por ejemplo éste de Juvenal, 14, 139:

El deseo de dinero aumenta cuanto aumenta el propio dinero

Crescit amor nummi quantum ipsa pecunia crevit.

Algunos también hablan en estas composiciones de “quiasmo” o composición en “X”, del griego χιασμός (chiasmos), del nombre griego de la letra χ, X, que se pronuncia “ji, qui, chi”.

La inscripción citada corresponde a una lápida funeraria o epitafio del siglo primero aparecida en Roma que una tal Merope dedica a su compañero Tiberius Claudius Secundus, que vivió la nada despreciable cantidad de 52 años, con el siguiente dístico bien simpático:

Los baños, los vinos, Venus (el amor, el sexo,) machacan nuestros cuerpos,
Pero la vida nos la dan los baños, los vinos, el amor.

“balnea vina Venus corrumpunt corpora nostra
Sed vitam faciunt b(alnea) v(ina) V(enus)

El epitafio completo dice:

Vivió LII (52) años.
A los dioses Manes
de Tiberio Claudio Segundo.
Aquí tiene consigo todas las cosas.
Los baños, los vinos, el sexo
machacan nuestros cuerpos,
pero la vida nos la proporcionan
los baños, los vinos, el sexo.
Para su querido compañero
la hizo Merope, liberta de César,
y para ella, y para sus familiares y los descendientes de ellos.

V(ixit) an(nos) LII
d(is) M(anibus)
Ti(beri) Claudi Secundi
hic secum habet omnia
balnea vina Venus
corrumpunt corpora
nostra se<d=T> vitam faciunt
b(alnea) v(ina) V(enus)
karo contubernal(i)
fec(it) Merope Caes(aris)
et sibi et suis p(osterisque) e(orum)

Fotografía del texto tal como aparecer en el Corpus Inscriptionum Latinarum.

Sin duda es una máxima bien popular en el mundo antiguo. Así por ejemplo aparece también en una inscripción bilingüe de Gallipoli, actual Turquía, en  una cuchara con el mismo hexámetro:  Carmina Latina Epigraphica (CLE) 1923; (CIL III 12274c); (en la edición de  Carmina Latina Epigraphica, post editam collectionem Buechelerianam in lucem prolata. Conlegit Einar Engstrom, 1912  pag.42, núm. 148 ):

Los baños, los vinos, el sexo hacen que los hados se apresuren

balnea vina Venus faciunt properantia fata.

Otro epitafio del siglo III d.C., de Ostia, incluye también el dístico con alguna variación que expresa la autosatisfacción y complacencia o tal vez jactancia de quien ha tenido una buena vida. Piénsese que el hecho de que frecuentemente sea el difunto, en primera persona, el que se dirige a los todavía vivos, le añade cierto matiz sarcástico cuando no de humor negro.

El epitafio es el correspondiente al CIL XIV, 914 (o CLE 01318)

A los dioses Manes de Cayo Domicio Primo. En esta tumba estoy yo, el conocido y famoso Primo. He vivido a base de Lucrinias (ostras de Lucrino); en muchas ocasiones he bebido vino de Falerno.  Baños,  vino y  sexo han envejecido conmigo durante años. Si he conseguido esto, que ahora me sea la tierra ligera. Y mientras tanto,  que el Fenix (Ave Fenix) me guarde junto a los Manes en el altar, mientras espera renacer junto a mí.  Este lugar para el enterramiento de C. Domicio Primo fue dado por los tres Messios, Hermeros, Pia y Pío.

D(is) M(anibus)
C(aius) Domiti Primi
hoc ego su(m) in tumulo Primus notissi
mus ille vixi Lucrinis pota<v=B>i saepe Fa
lernum baln<e=I>a vina Venus mecum
senuere per annos hec(!) ego si potui
sit mihi terra lebis(!) et tamen ad Ma
nes foenix(!) me serbat(!) in ara qui me
cum properat se reparare sibi
l(ocus) d(atus) funeri C(ai) Domiti Primi a tribus Messis Hermerote Pia et Pio

 

Transcripción y fotografía del texto en el CIL

Nota: J.M. Stowasser, sugiere con buen criterio enmendar la lectura de algunas palabras para mejor comprensión del epitafio:  "illex" por "ille", "tenuere" por "senuere", "seposui" por "si posui", y  "arca" por "ara", en  "Über ein paar anapästische lateinische Inschriften," in Dreißigster Jahresbericht über das k. k. Franz Joseph-Gymnasium in Wien, Schuljahr 1903/1904 (Wien: Selbstverlag des Gymnasiums, 1904),

L. Robert cita en “Aphrodisias,”, Hellenica 13 (1965): 189) otro texto con un sentmiento similar: en griego.

Al que viaja (al Hades) le son muy queridas las flores; ni el baño, ni la bebida, ni la comida, ni el sexo, te lo puedes llevar abajo (al Hades).

El hecho de que esta máxima aparezca en epitafios le confiere un valor añadido, porque podemos interpretarlo como la afirmación objetiva de un buen vividor o epicúreo, no exenta de humor negro.

Estas últimas inscripciones añaden a los placeres de bañarse, beber y disfrutar del amor, el de comer, de alguna manera implícito en el de “beber”. Son también numerosos los ejemplos en los que se resalta el placer de comer y en general la invitación a la buena vida. Todo ello viene sin duda prolongado y acrecentado durante la Edad Media y después por la rigidez del Cristianismo, que intenta imponer el ayuno y abstinencia. La respuesta popular, escéptica, epicúrea o mejor hedonistas, es “comamos y bebamos, que mañana moriremos”. Pero esto exige un artículo propio, que en algún momento haré, porque los ejemplos de inscripciones a ello referidas son numerosos.

En realidad esta maxima y las similares tienen su origen en el epigrama griego anónimo de la Anthologia Palatina, 10,112: (colección de poemas griegos, generalmente breves, desde la época clásica a la bizantina):

El vino y los baños y la práctica sexual hacen más rápido el camino al Hades.

Nota: la palabra “antología” deriva de las griegas ἄνθος 'flor' y λέγω 'seleccionar', por lo que significa “selección de flores”, exactamente que la latina “florilegium”, española “florilegio”.  ramillete).

Como decía, la máxima sigue vigente en la Edad Media y hasta nuestros días. Curiosamente, parece que desde la Edad Media ha disminuido si no desaparecido la afición a los baños y sin duda a la higiene en general; placer que no parece recuperarse hasta tiempos bien contemporáneos con la proliferación de SPAs. Véase http://www.antiquitatem.com/spa-salutem-per-aquam-termas  Pero si desaparece la referencia a los baños, suelen estar presentes numerosas variaciones, que en muchos casos manifiestan una clara condena y una propuesta moralizante. Citaré tan solo un ejemplo en español de un compendio del siglo XVIII:

FLORILEGIUM LATINUM, SÍVE HORTUS PROVERBIORUM, Phrasium, et Syntaxeosque Chrysolitus amoenissimus. NON MODO LATINITATIS PERFECTAE Intelligentiae candidatis perutile, & accommodátum , verum etiam quám maxime necessarium.
PER D. JOANNEM DE LAMA, QUARTA IMPRESSION. Con las Licencias necesarias .
En Madrid : En la Imprenta de Miguel Escribano.  Año de 1769.

Dentro del apartado ELEGANTIAE, SIVE CATONIANA carmina memoria perpetuo tenenda, que comienza en la página 320, hay una serie a partir de la página 329 titulada In peccatorem (para el pecador). Pues bien, en la pág. 330 dedica unos cuantos dísticos a los pecados del amor y del vino; entre otros:

Balnea , vina , Venus virtütis vera venena:
Ut virtus vigeat : vadite , vina Venus.

Los baños, el vino, Venus (el sexo) son los verdaderos venenos de la virtud.
Para que la virtud este fuerte, huid vino y Venus

Balnea , vina , Venus , corrumpunt corpora nostra:
corpora noftra sanant balnea , vina , Venus.

El baño, el vino, Venus, corrompen nuestros cuerpos:
Pero nuestros cuerpos los sanan el baño, el vino, Venus

Pero eliminado el componente del baño o de la higiene por agua, la conjunción vina y Venus, vino y amor (vino y mujeres en su versión más popular y más machista) se ha mantenido potente hasta nuestros días,  desde la frecuencia con que aparecen en numerosas óperas, hasta su uso en canciones populares menos artísticas.

Citaré tan sólo tres ejemplos, entre ellos el famoso brindis de la Traviata:

Alfredo
Bebamos alegremente de este vaso
Resplandeciente de belleza
Y que la hora efímera
Se embriague de deleite
Bebamos con el dulce estremecimiento
Que el amor despierta
Puesto que estos bellos ojos
Nos atraviesan el corazón
Bebamos porque el vino
Avivará los besos del amor

Coro
Ah! Bebamos porque el vino
Avivará los besos del amor.

Violeta
Yo quiero, yo quiero compartir
Mi alegría con todos vosotros
Todo en la vida es locura salvo el placer.
Alegrémonos, el amor es rápido y fugitivo
Es una flor que nace y muere
Y del cual no siempre se puede disfrutar.
Alegrémonos pues
Una voz encantadora, ferviente nos invita.

Coro
Disfrutemos.  El vino y los cantos
Y las risas embellecen la noche
Y que el nuevo día nos devolverá al paraíso
.
Violeta
La vida solo es placer.
Alfredo
Para aquellos que no conocen el amor.
Violeta
No hablemos de quien lo ignora.
Alfredo
Es mi destino
Coro
Disfrutemos El vino, el vino
Y los cantos y las risas embellecen la noche.
Y que, y que el nuevo día
Nos devolverá  al paraíso, ah! Ah!
-nos devolverá al paraíso
Ah! Nos devolverá al paraíso, ah!ah!!ah nos devolverá al paraíso

Alfredo
Libiamo, libiamo ne’lieti calici
Che la belleza inflora.
E la fuggevol, fuggevol ora
S’inebri a voluttà.
Libiami ne’dolce fremiti
Che suscita l’amore,
Poiché quell’occhio
Al core omnipotente va.
Libiamo,amore,
Amor fra i calici
Piu caldi baci avrá.
Coro
Ah! Libiam,amor,
Fra’calici
Piu caldi baci avrà.
Violetta
Tra voi, tra voi
Saprò dividere
Il tempo mio giocondo;
Tutto è follia, follia nel mondo
Ciò che non è piacer
Godiam, fugace e rapido è il Gaudio dell’amore,
È un flor che nasce e muore,
Ne più si può goder
Godiamo, c’invita.
C’invit un férvido accento lusinghier.
Coro
Godamo, la tazza,
La tazza e il cantico,
La notte abella e il riso;
In questo, in questo paradiso
ne scopra il nuovo di.
Violetta
La vita è nel tripudio
Alfredo
Quando non s’ami ancora
Violetta
Nol dite a chil’ignora.
Alfredo
È il mio destin così…
Tutti
Godiamo, la tazza,
La tazza e il cantico,
La notte abbella e il riso;
In questo, in questo
Paradiso ne scopra il nuovo di.

También citaré el brindis de la Zarzuela-Opera española de Arrieta llamada ”Marina”, del que recojo tan solo algunas estrofas:

CORO (masculino)
Hasta el borde las copas llenemos,
A gozar, a beber, a beber;
Su espumoso licor apuremos,
Que en su fondo se encuentra el placer


CORO
A beber, a beber, a apurar
La copa del licor,
Que el vino hará aumentar
Los goces del amor.

Haré también referencia, como contraste,  al muy machista, insufrible, y casposo pasodoble de Manolo Escobar, de notable éxito en nuestro país en su momento, titulado “Mujeres y vino”, cuyo estribillo, afín con el contenido del artículo, me permito reproducir (me resulta imposible citar el resto de la letra de este pasodoble, incluso para rechazarla por absurda y de infame calidad literaria.):

Nota: “infame” es palabra derivada del griego φημί, femi,decir, hablar; que por tanto significa etimológicamente “indecible, impronunciable, indigno de ser dicho”, y es que los sentimientos nobles, como el patriotismo, deben ser proclamados, pero de la manera adecuada y en el contexto adecuado, porque si no su dignidad queda menoscabada.

Viva el vino y las mujeres
y las rosas que calienta nuestro sol.
Viva el vino y las mujeres,
que por algo son regalo del Señor.
Y vivan
los cuatro puntos
cardinales de mi patria.
Que vivan los cuatro juntos,
que forman nuestra bandera
y el escudo de mi España.

¡Vaya mezcla!

Baños, vino, sexo machacan el cuerpo, pero…. (Balnea vina Venus corrumpunt corpora, sed…)

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