Alfa, (Α α) es la primera letra del alfabeto griego. Beta, (Β, β ) era la segunda. Ser un ser “alfa” significa ser el primero en su grupo; ser un “beta” significa ser el segundo.
La lengua es una, el habla es varia: algunas peculiaridades del habla de Octavio Augusto.
De los hombres famosos se suelen contar sus grandes acciones, sus guerras, sus conquistas, sus leyes, pero no suelen ofrecerse detalles aparentemente menos importantes. De Augusto conocemos, gracias al historiador Suetonio, (nació 56 años después de la muerte del emperador) que recoge numerosos datos, rumores y anécdotas , algunos de estos detalles referidos a su manera de hablar, que lo hacen más cercano y atractivo.
Una medida positiva de Augusto para la integración de los pueblos
En tiempos tan revueltos como los actuales quizás no sirva de mucho recordarlo, pero hay una anécdota de Octavio Augusto que tiene cierto interés referida a una medida positiva, proactiva como se dice ahora, de integración entre culturas llamadas a complementarse.
Octavio Augusto estuvo tres veces en Hispania
Por fin el cálido verano ha dado paso al más dulce otoño. El verano se extiende de Junio, el mes de la diosa Juno, la homóloga romana de la griega Hera, a Septiembre, el més séptimo de un inicial año de diez meses. Entre el mes inicial y el final del verano se desgranan día a día los meses de Julio y Agosto. Julio se llamó primeramente “quintilis”, es decir, el mes quinto y Agosto “sextilis”, es decir, el mes sexto. El general o “imperator” Julio César dio su nombre al quinto y su sobrino y primer emperador Octavio Augusto dio el nombre al sexto.
Espectáculos que generan pasiones y enfrentamientos: Pompeya contra Nuceria
Los habitantes de Pompeya y de sus alrededores, como todos los habitantes del Imperio Romano en general, eran muy aficionados a los espectáculos de gladiadores en el anfiteatro y a las carreras de caballos y carros en el circo o hipódromo.
Los nombres de los dedos de la mano
Cada uno de los dedos de la mano tiene su nombre: pulgar, índice, corazón o medio, anular y meñique. ¿Pero por qué tienen esos nombres? Algunos nombres parecen evidentes; otros no lo son tanto, pero todos deben tener algún motivo, como ocurre en su origen con todos los nombres que aplicamos a todos los seres.
El ruido con que ruge la ronca catarata
La palabra española “ruido” deriva de la latina «rugitus», “rugidus”, de donde procede también el cultismo “rugido”. El ruido es un sonido desagradable al oído y molesto para el espíritu. Existen, por ello, numerosas asociaciones y movimientos que luchan contra lo que también se llama “contaminación acústica”.
El primer poema antiguo muy misógino
En el mundo antiguo, en el griego y romano, la mujer no tiene presencia en la vida política y aun social salvo muy raras excepciones.
Adriano, un emperador muy popular
Los baños públicos o termas son un elemento indispensable en el concepto de ciudad, de urbe, (del latín urbs, ciudad) de los romanos. Construyeron muchas ciudades en el territorio de su Imperio y en todas ellas no faltaban ni el Foro o plaza, algún templo, la basílica o palacio de usos múltiples, el teatro o anfiteatro y los baños o termas.
Origen de las palabras minuto y segundo.
Tal vez algún lector se haya preguntado alguna vez por cuestión aparentemente tan irrelevante como el origen de los nombres “minuto” y “segundo” como divisores de la hora. Ningún conocimiento carece de valor.