Ovidio entre los bárbaros del Ponto Euxino. (Ovidio III)

El año 8 de nuestra era el alegre y mundano poeta latino Ovidio se encontraba en la isla de Elba en compañía de su amigo Máximo cuyo nombre completo era Marco Aurelio Cota Máximo, hijo de Marco Valerio Mesala Corvino, el protector de algunos literatos. Allí Ovidio recibió del emperador Augusto como un mazazo una carta con la acusación de graves crímenes y la orden de comparecer rápidamente en Roma, en donde recibió la condena fulminante de destierro a las fronteras del Imperio.

Ovidio, autobiografía

El poeta latino Publio Ovidio Nasón murió en el exilio, desesperado y enfermo, en el año 17 de nuestra era en Tomis, la actual Constanza, en Rumania, junto al mar Negro, entonces llamado Mar Euxino (mar favorable) aunque de ninguna manera era nada bueno. Había nacido el 20 de marzo del año 43 a.C., al año siguiente al asesinato de Julio César, en la ciudad de Sulmona, en el centro de Italia, al este de Roma y a unos 130 kilómetros de ella, de una vieja y rica familia; tenía, pues, 60 años cuando murió, muchos menos que su padre que murió a los 90.

Corona de laurel

Las hojas de laurel coronan a los mejores poetas y también a los más aguerridos soldados. Es verdad que “las armas y las letras” con alguna frecuencia van unidas, pero no deja de ser curioso que el mismo elemento decorativo y simbólico que premia a la inteligencia y el arte sirva también de reconocimiento al valor y arrojo militar. El laurel tiene además otros valores que conviene conocer, pero ¿por qué?

Píramo y Tisbe: una antigua historia de amor trágico, como la de Romeo y Julieta

Es difícil eludir la celebración de “San Valentín, día de los enamorados”. Una poderosa tradición que hunde sus raíces en la Antigüedad y Edad Media y es afianzada en la actualidad por los intereses mercantiles de poderosas corporaciones y organizaciones comerciales, parece imponerse sin freno.

Tesoro, erario, fisco, arca, bolsa, hucha: dinero (I)

Durante muchos milenios el hombre empleaba toda su energía en reponer la energía que gastaba buscando alimento y comida. Luego fue capaz de acumular riqueza cuando fue capaz de cultivar la tierra y controlar a los animales domesticándolos aprovechando su multiplicación. La riqueza acumulada hubo de guardarla a buen recaudo de diversos enemigos y para ello los reyes y los estados crearon los llamados “tesoros”. Algunas cantidades más pequeñas o personales se guardaban en protegidas “arcas” o “cajas de caudales”. Cantidades todavía más pequeñas y fáciles de transportar se guardaban en cajas más pequeñas también, en las bolsas o “huchas”.

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